lunes, 16 de noviembre de 2020

EN PIE DE LUCHA

Han sido días duros para el país, días de zozobra, pero también días de lucha y unidad. Ni el miedo a la pandemia, que en el algún momento nos confinó en nuestras casas, evitó que la gente salga en multitud a las calles. Como dijo Daniel F, preferimos morir de covid que de una soberana indiferencia.

Dentro de la desgracia ha sido hermoso ver a un país unido por una causa, un país que olvidó sus diferencias y salió junta a la calle a defenderse, a demostrar que el poder emana del pueblo, es del pueblo y para el pueblo.

Podría decir muchas cosas, pero, ya verán mejores manos a escribir y describir con la belleza y altura que se merece esta gesta.

Me queda la satisfacción de haber participado, junto a todos los millones que lo hicieron (porque esto lo hicimos todos: marchando, aplaudiendo, cacerolando, gritando, compartiendo información, donando dinero, movilizando gente, dando protección en sus casas). Pero, más profundamente me queda la alegría de ver a las nuevas generaciones al frente, organizándose, luchando, demostrando que será siempre la juventud la que mueva la historia, la que empuje el mundo (siempre tan vigente Manuel Gonzales Prada). Si esa gente será la que gobierne en el futuro, ya no me da miedo la vejez.

Un agradecimiento enorme a las chicas y los chicos que estuvieron al frente, la Primera Línea, arriesgando sus vidas, desactivando bombas lacrimógenas mientras recibían el embate armado de una policía que juró protegerlos y que, a la menor orden, parece estar dispuesta a romper y contradecir ese juramento. Gracias a los médicos, enfermeros, paramédicos, voluntarios y demás personas que conformaron las Brigadas de Auxilio, muchas vidas se salvaron gracias a ustedes.

Tristeza profunda por los jóvenes que fueron asesinados. Diez impactos de proyectiles no es casualidad, no es un hecho fortuito, es ensañamiento vil.Jack e Inti ¡PRESENTES!

Material gráfico de esta gesta hay muchas pero, creo que es hay consenso en que esta es la imagen que la representa mejor. El Bicentenario nos encuentra así, luchando aún por nuestra libertad.  

Créditos de la foto: Sebastian Castañeda Vita

Está claro que esto no termina aquí, porque un país nunca se termina de construir y porque, al parecer, siempre habrá quien nos quiera doblegar. Seguiremos. Seguirán, sobre todo, seguirán. Ahora estoy seguro.

Somos libres.
¡Seámoslo siempre!

martes, 3 de noviembre de 2020

EN ESE SILENCIO

Había luna llena, yo regresaba a mi casa, todo en el ambiente me hizo recordar cuando te conté, en medio de la oscuridad, que de niño el ambiente se llenaba de ese silencio que aquella noche nos envolvía y que en esta me acompañaba por las calles difícilmente iluminadas por una luz que no lograban vencer la neblina, como tampoco una música lejana lograba romper ese silencio inevitable que antes me llevaba hasta mi infancia y que ahora hacía una pausa en el camino de regreso y se posaba por un instante eterno en esa oscuridad a medias que transfiguraba nuestros cuerpos en reposo después del amor.
Recordé el intenso olor de nuestra piel, adormitada entre las sábanas; recordé tus ojos y los míos apagándose en el umbral del sueño, mientras te contaba de ese silencio y de esa música a lo lejos; que esa noche volví a ser niño y me acurruqué en la soledad estropeada de mi pasado y tú me abrazabas para darme ese calor ausente en aquellas lejanas noches.
Recordé que esta noche es imposible que sea esa noche y que esta penumbra no es aquella sublime oscuridad, aunque el silencio haya quedado flotando en el tiempo y me haya encontrado en momentos como este, como ese. Como aquel.

Antes ese silencio me traía una sonrisa melancólica. Ahora, mi sonrisa es triste, además.

En medio de ese silencio caminé hasta la puerta de mi casa y era tu puerta. Y ya no eran mis áridas calles asfaltadas, sino tu camino de tierra húmeda y fértil en domingo al medio día. Ya no era la soledad de mis zapatos cansados, sino la alegre compañía de tus pasos. Ya no era un el sordo silencio de mi habitación, era la música de tu respiración agitada de tanta felicidad.
Así, me envolví entre las sábanas de aquella cama, te abracé y me dormí a tu costado.

ANIVERSARIO

Del big bang en nuestros labios del inicio del resto del desplome del pasado del futuro ahora presente de los poemas que escribieron tus bra...