miércoles, 12 de agosto de 2020

LA PALABRA Y TU RETRATO

A todos nos ha pasado aquello de repetir una palabra tantas veces seguidas que la palabra se disuelve, pierde sentido y sólo es un ruido deforme, absurdo, que ya no comunica nada. 

A veces pienso si puede suceder lo mismo con otras cosas. Ahora, por ejemplo, he puesto frente a mí tu retrato y he hecho el ejercicio de observar todos los elementos que la componen, todos menos tú, a ti llegaré después. El fondo, el marco, las iluminación, los colores. Después de que todo eso se ha convertido en simples manchas, he regresado a tu rostro, tu pelo, la ropa que llevabas puesta esa tarde, tus manos, las joyas. He repasado las líneas, las he dibujado, he pintado, he reinterpretado el conjunto, el disuelto los colores, he desordenado las formas hasta que ya no sea tu retrato. Ningún recordatorio de ti. 

Puedes repetir una palabra hasta la náusea, pero, no hasta el infinito. En algún momento dejarás de pronunciarla, sólo para verla volver un día, y sorprenderte con la claridad que encuentra tu memoria en su significado y no podrás hacer nada para evitar evocar todo lo que la palabra contiene.

Lo mismo pasa con tu nombre y con tu retrato.

ANIVERSARIO

Del big bang en nuestros labios del inicio del resto del desplome del pasado del futuro ahora presente de los poemas que escribieron tus bra...